
El tipo de entrenamiento que no puede faltar en tu rutina, sin importar tu nivel de fitness.
Por: Cristina Vila – 09/04/2024
Hacer ejercicio es una tarea obligatoria para cualquiera al que le preocupe su salud, y el entrenamiento funcional debe ser parte de la rutina de todos. Claro que nuestros entrenamientos dependerán, en gran parte, de cuáles sean nuestros objetivos. No es lo mismo querer tener músculos más grandes y fuertes que simplemente querer mantenernos sanos o mejorar nuestras capacidades de cara a otros deportes.
Lo que sí que es evidente es que el deporte funcional debe ser parte de todo ello. Pero ¿en qué consiste exactamente este concepto que no dejamos de escuchar últimamente? Los movimientos funcionales son, básicamente, todos aquellos ejercicios que tengan una utilidad más allá de nuestra sesión de entrenamiento; es decir, en nuestra vida diaria. Más allá de nuestros objetivos físicos, nos ayudarán a movernos mejor.
Los beneficios del entrenamiento funcional
El entrenamiento funcional, entre otras cosas, está muy enfocado en la mejora de distintos aspectos de forma simultánea: la movilidad, la fuerza. Además, nos ayuda a reducir el riesgo de lesionarnos, tanto entrenando como en las actividades que hacemos de forma diaria, como el cargar con las bolsas de la compra o coger a un niño en brazos.
Y es que todos los movimientos que hacemos en el entrenamiento funcional (andar, correr, empujar o tirar) están inspirados en movimientos de la vida diaria. Se trabajan ejercicios compuestos que involucren a distintos grupos musculares al mismo tiempo. Es el caso, por ejemplo, de las sentadillas, que simula la acción de sentarse. Por ello, será tan importante a la hora de conservar nuestra movilidad a medida que envejecemos.
De la misma forma, los ejercicios funcionales contribuyen al mantenimiento de la coordinación. y del equilibrio, porque diferentes partes del cuerpo se mueven al unísono, lo que probablemente nos ayude a evitar caídas inesperadas. Por eso, también se usan mucho en la recuperación de ciertas lesiones.
Así, no solo conseguiremos mejorar nuestro físico, sino también la forma en que nos movemos lo que, a la larga, nos dotará de un mayor bienestar en todo lo que hagamos. Todo esto también nos permitirá envejecer mejor y conservar esa agilidad que todos queremos tener por mucho que sigamos cumpliendo años.
Para los deportistas, el entrenamiento funcional es una parte vital de sus rutinas porque incluyen ejercicios centrados en los movimientos que hacen en sus disciplinas. Por ejemplo, un jugador de baloncesto trabajará los saltos laterales para incrementar su agilidad y velocidad en la cancha.
Y a quienes les preocupa no tener tiempo de ponerse en forma y lo usan como excusa, han de saber que los entrenamientos funcionales son muy eficientes, por los que nos llevarán menos tiempo que los entrenamientos de fuerza convencionales. De hecho, pueden ser más útiles a la hora de perder peso. Podemos combinar ambos tipos de entrenamiento, añadiendo un par de sesiones de entrenamiento funcional que trabajen todo el cuerpo a la semana.
Los ejercicios compuestos que practiquemos fortalecerán nuestros músculos, haciendo que ganemos más fuerza y músculo. Y todo ello a la vez que trabajamos el equilibrio, la estabilidad y la flexibilidad. Con los ejercicios unilaterales que suelen incluir los entrenamientos funcionales, podremos corregir desequilibrios entre un lado y otro de nuestro cuerpo.
¿Qué ejercicios suelen formar parte de un entrenamiento funcional?
Los entrenamientos funcionales pueden ser muy variados, dependiendo de cuáles sean nuestros objetivos. Como ya hemos dicho, no será lo mismo querer ponernos en forma que buscar la mejora de nuestro rendimiento en un deporte determinado. Sin embargo, estos son los ejercicios más comunes que solemos encontrar en la mayoría de este tipo de entrenamientos de cuerpo completo:
- Flexiones.
- Zancadas.
- Sentadillas con salto.
- Sentadillas con o sin peso.
- Carrera lateral.
- Jumping jacks.
- Ejercicios de equilibrio con una pierna.
Probando entrenamientos así, podremos ponernos en forma y, aún más importante, mejorar nuestra calidad de vida.
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